Cumplidos los 40 años, las reservas de vitaminas, proteínas, hormonas y minerales se reducen considerablemente. ¡Llega esa fase de la vida donde salir de copas con los compañeros de trabajo, una comida copiosa o no llevar una dieta saludable pasa factura! No obstante, determinados minerales y vitaminas a partir de los 40 resultan claves para ralentizar el envejecimiento del organismo.
Muchas personas no son conscientes de que la ausencia en la dieta de algunas vitaminas a partir de los 40 está directamente relacionado con el malestar del día a día. Para estos casos, contar con un servicio de revisión médica es una excusa perfecta para preocuparte por tu salud. En GENERALI, por ejemplo, hemos incluido en todos nuestros planes el Programa Bienestar con acceso a servicios de dietética y nutrición, psicología o fisioterapia, ¡y así llevar un control periódico de tu salud!
¿Qué vitaminas tomar a partir de los 40? ¿Cómo tomar vitaminas y minerales dentro de tu dieta diaria? ¡Te explicamos cuáles son las vitaminas a partir de los 40 fundamentales para tu edad y las ventajas de cada una de
cabeza. Si sufres migrañas, ¡quizás puedas tener deficiencia de potasio en tu organismo! Además, previene el estreñimiento y la deshidratación.
Algunos alimentos que contribuyen a mejorar los niveles de potasio son los pistachos, la soja, frutas como la sandía y el plátano, las patatas, el cacao o el café.
Magnesio
El magnesio es un mineral esencial que refuerza los músculos y los huesos, ayudándote a producir antioxidantes y mejorando la digestión. También contribuye a regular la presión arterial, ¡tan importante a partir de los 40 años!
Encontrarás magnesio en el aguacate, los frutos secos y los productos integrales, granos no refinados, legumbres y nueces.
Dieta idónea de vitaminas a partir de los 40
¿Cómo tomar vitaminas y minerales? Aunque conozcas qué vitaminas tomar a partir de los 40 y en qué alimentos se encuentran, ¡aprender a incluirlos en tu dieta diaria es lo más complicado! Presta atención a estos consejos que te ayudarán a hacerlo.
Una de tus principales preocupaciones, llegados los 40 años, será la de contrarrestar los cambios hormonales que tu cuerpo experimentará. En concreto, ¡tu peso se podría ver afectado! Los antioxidantes previenen el efecto de los radicales libres y ayudan a controlar el peso. Por ello, no olvides consumir las cinco piezas de fruta diarias. En concreto las moras, fresas, bayas de Goyi, grosellas, uvas, albaricoques y manzanas son frutas ricas en antioxidantes.
Prioriza las grasas, ¡pero siempre saludables! Puedes introducir desayunos a base de aguacate, semillas de lino o nueces, acompañados de un yogurt y un vaso de zumo natural. El aceite de oliva también es un alimento que no debes perder de vista. Ahora bien, trata de consumirlo crudo, y evitar los platos fritos.
Por la noche, evita las cenas copiosas y muy pesadas. Sustituye los productos precocinados, embutidos, empanados o estofados por platos que incluyen guarniciones de verdura cocida, una pieza de pescado al horno o un trozo de carne blanca como pollo o pavo. Tampoco es recomendable la ingesta de frutos secos durante la noche, pues el organismo tardará más en asimilarlos.
Y, por supuesto, ¡valora pedir ayuda a un especialista en nutrición! La mejor dieta de vitaminas a partir de los 40 que puedes llevar a cabo es aquella diseñada específicamente para ti. Cada cuerpo tiene sus ritmos de asimilación de nutrientes o un metabolismo específico. Una revisión médica a fondo será suficiente para identificar qué vitaminas tomar a partir de los 40.